La manera de educar a los jóvenes ha cambiado mucho. Si para nuestros padres y abuelos fue dificil, para esta generación la cosa no está mejor. La tecnología y las redes sociales que fomentan una paradójica introspección en los jóvenes pueden dificultar la relación familiar. Recuerda que tú también fuiste joven y pasaste por cambios fisicos y emocionales durante esa complicada etapa, pero cada persona es
diferente. No temas pedir apoyo profesional si lo crees necesario.

Sé empático
Ponte en su lugar antes de comenzar una batalla por cualquier razón.
Habla con tu adolescente para que sepa que estás cerca si necesita hablar con alquien. Hazle saber que para sobrevivir a esta etapa no tiene por qué aislarse o, al contrario,
llamar demasiado la atención.

Habla a tiempo
La educación sexual debe existir desde la infancia para que, llegado el momento, la conversación fluya de manera natural y que
ninguno se sienta incómodo.
No esperes que aprenda de la televisión, YouTube o sus amigos; es tu responsabilidad instruirlo.

La era digital puede dificultar la comunicación directa, pero no es un reto
imposible.


Negocia
Una causa común de pleitos es el incumplimiento de obligaciones. Mantener la habitación Limpia, sacar la basura y deberes simples son tareas que pueden negociarse a cambio de permisos, dinero y demás “beneficios”. Que no olvide que siempre hay responsabilidades que cumplir.


Respeta
Aunque no se trata de volverte indiferente (no pierdas de vista cualquier señal de alarma), respeta los lugares y momentos en que tu hijo necesita su espacio. Así generaras
confianza y él mismo compartirá sus asuntos e inquietudes.